jueves, 16 de diciembre de 2010

 ¿Qué tienes a tu mano?


Observa un momento que tienes al alcance de tu mano, estírala y gírala de derecha a izquierda, ¿qué hay en ese espacio, al alcance de tu mano?
En muchas ocasiones nos preocupamos por ver en qué y en donde poder servirle al Señor, tanto nos distraemos con esto que se no nos damos cuenta que lo que debemos hacer es poner a disposición de Él lo que tenemos.
Una mujer actuó en fe y logró multiplicar lo que tenía al alcance de su mano, y esto le alcanzó para salvar a su familia de la esclavitud. II Reyes 4.
¿Qué es lo que tienes a tu mano, lo que el Señor te ha dado?
Dios no quiere que te distraigas y llores por lo que no tienes, Él quiere que te levantes y lo alabes por lo que tienes ahora, y lo pongas a trabajar en Su Reino.
Dios trabaja con lo que tú tienes.

Lo que sucede es que en muchas ocasiones creemos que no tenemos nada que Él pueda utilizar y en otras efectivamente no tenemos nada para que Él utilice.

Me explico: Dios nos dio dones y talentos para que los usemos en el establecimiento de Su Reino, pero es tu responsabilidad hacerlo, ejercerlo. También trabaja con lo que hay en nuestra mente.... ¿Qué hay en tu mente ahora?, ¿has leído un buen libro, estudias la biblia, tienes conversaciones edificantes? Cuando el Espíritu Santo llega a tu mente y no encuentra con que trabajar, hasta ahí llegó. No tienes nada que Él pueda utilizar.

Sin embargo en otras ocasiones tenemos que dar y no nos damos cuenta, contamos con habilidades, talentos, dones, salud, tiempo, cocimiento, amor, dinero o bienes económicos.... y eso que tenemos a nuestra disposición no somos consientes que es lo que tenemos a nuestra mano para ser de bendición en el Reino de Dios.

En el milagro de II de Reyes 4, el aceite no dejó de fluir hasta que se terminaron las vasijas... los hijos de la viuda tuvieron que comprarlas, y dejaron de hacerlo... en ese momento se acabó la bendición.

En I Reyes 17, tenemos una historia similar en donde otra viuda actúa en fe conforme a la palabra del profeta y obtuvo bendición para ella y su casa, ¿haciendo qué? dando lo que tenía... parece irónico que de lo poco que tengo si lo doy vaya a obtener más, sin embargo para Dios no hay nada imposible.

Un niño fue movido a dar lo que tenía para alimentar a muchos y dio TODO, solamente eran, cinco panes y dos peces, pero, como dijo el discípulo ¿Qué era eso para tantos?
Sin embargo el Señor lo multiplicó a tal modo que comieron se saciaron y aún sobró... ¿Quién crees que se llevó a su casa las cestas que quedaron?... esa noche en la casa de aquel muchacho que trajo al Señor lo que tenía comieron también hasta saciarse. Juan 6.


¿Qué tienes en tu mano? tráelo al Señor y hazlo con fe, creyendo y traerá multiplicación a lo que tú le des. Para Dios no hay nada imposible... sin embargo por más que multiplique 0 x cualquier número el resultado siempre será 0. Pero si tú traes al Señor algo cualquier cosa Él podrá multiplicar en tu mano.